Friday, 13 de September de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1305

Josep Maria Casasús

LA VANGUARDIA

"Unos títulos que llamaron mucho la atención", copyright La Vanguardia, 24/11/02

"Los lectores sospechamos que los titulares de los diarios se redactan con la idea principal de llamar nuestra atención. Lo sospechamos, sobre todo, respecto a los títulos de portada. La sospecha es razonable. En un país con libertad de prensa es un legítimo ejercicio profesional que se compita para invitar a la lectura con enunciados atractivos, inteligibles y precisos.

Este objetivo práctico debe armonizarse, por supuesto, con las exigencias éticas. En sentido estricto (respetar la verdad) y en sentido amplio (respetar sensibilidades). El lector está más atento, como es lógico, a que se cumpla la dimensión ética, aunque también cuenta la eficacia técnica del título.

Los titulares son necesarios. En la prensa antigua los títulos no importaban. Tampoco interesaba la jerarquización de noticias. El texto se insertaba en el diario sin títulos y sin orden de preferencia. Seleccionar noticias y titularlas son progresos del periodismo moderno. Se trata de dos operaciones profesionales que facilitan el acceso de los lectores al conocimiento de la actualidad.

Una lectora de Barcelona, Maria Rosa Puntí, que llamó al defensor el pasado jueves, reconoce expresamente las limitaciones y dificultades de la titulación, pero lamenta que en casos como el del secuestro de unos escolares en l’Hospitalet los titulares de prensa puedan causar efectos de contagio o de emulación en personas influenciables.

La citada lectora señala el siguiente título: ?El asaltante de la escuela de l’Hospitalet sólo buscaba protagonismo? (portada del pasado día 20 de noviembre). Y argumenta: ?Títulos con este contenido pueden causar que ciertos menores busquen protagonismo por esta vía o por vías equivalentes?.

Me autoriza a que publique también mi opinión, discordante de la suya. No procede ocultar los motivos de la acción de un menor. Sólo cabe proteger su identidad. Así lo hizo, correctamente, ?La Vanguardia?.

En cualquier caso, no tendría sentido que los diarios ocultasen al día siguiente información solvente respecto a un hecho de esta naturaleza cuando, tal como ocurrió el pasado lunes, por las pantallas de televisión desfilaron toda la tarde imágenes inquietantes, datos no siempre verificados, y comentarios desconcertantes o temerarios.

Matizaciones sobre títulos

Esta ha sido, por otra parte, una semana con abundantes apelaciones de lectores al rigor en la titulación.

La lectora Mireia Moreu, de Barcelona, nos llamó la atención respecto a este titular de una información: ?Martí Alanis dice que incinerar implica negar la resurrección? (pág. 33 del 15 de noviembre). Al día siguiente se matizó este enunciado puesto que no se ajustaba exactamente a lo que había escrito el obispo de Urgell. Disculpas de la sección. El espacio disponible para el título impone a veces reducciones delicadas.

Estas mismas exigencias de la compaginación explican que en la portada del pasado día 16 apareciera el nombre ?Prestige? sin el artículo ?el? que corresponde anteponer si nos referimos a un buque. La lectora Josefa Mercé Nogués, de Barcelona, comunica que echó en falta este artículo determinado.

El episodio del petrolero ?Prestige? también ha motivado otro comentario sobre títulos. El lector Alberto Garcia Sánchez-Villacañas, de Barcelona, se quejó de que el pasado día 14 un título de portada anunciara que ?el temporal hace naufragar? al citado petrolero cuando todavía estaba a flote.

El diccionario define así la palabra naufragar: ?Irse a pique o perderse la embarcación?. Tal como se explicaba en el texto situado debajo del título y foto de portada, habían sido rescatados tripulantes y todo apuntaba a un previsible hundimiento, como así ha ocurrido días después.

?Una tesis no es una tesina?, ha advertido también esta semana el lector Ferran Martí, de Barcelona, respecto a un título publicado el pasado día 20 en la página 11 de Vivir. Así es. Existen diferencias sustanciales de grado entre estos dos tipos de trabajos académicos. En el cuerpo de la información se identificaba explícitamente una tesina que en el título era anunciada como una tesis.

El Sahara Occidental no lo podía recuperar Marruecos en 1975 puesto que nunca había sido suyo, nos recuerda el lector Josep Nogués i Massó, de Vinyols i els Arcs (Baix Camp, Tarragona), a propósito de una crónica de la corresponsal en Rabat, Carla Fibla, publicada el pasado día 10 de noviembre.

Recibí la carta de queja esta semana. Carla Fibla se explica: ?A Marruecos no le perteneció antes de la ?marcha verde? (1975) el Sahara Occidental. Quizás debí poner entre comillas el verbo ?recuperar?, pero mi intención fue expresar que para el reino alauí esa acción consistía en una ?recuperación? del territorio. De la misma manera que hoy podemos hablar de una colonización marroquí de la zona a pesar de que existe un contencioso internacional abierto, que por otro lado no impide que Marruecos convoque elecciones legislativas en el lugar o que lo considere ?sus provincias del sur?.

De error con alevosía es como califica el lector Christian Comes, de Munich, que en un texto anónimo de redacción apareciera la siguiente ?perla? el pasado día 15 (página 61, en Deportes): ?se salió de la carretera e imbistió? en vez de ?y embistió?. Prurito con la ?e? pero ignorancia en el verbo.

Otro horror de error lo denuncia el lector José María Antón Andrés, de Melilla. Ley&oacuoacute; ?hay? por ?ahí? en la página 58 del pasado día 27, y me lo advierte en una carta que acabo de recibir. Lapsus lamentables."