Wednesday, 01 de May de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1285

Uma hecatombe para a imprensa

Esta mañana (10/9), Riyad Assariyeh, periodista de la cadena Al-Iraqiya, fue asesinado por desconocidos cuando salía de su domicilio en Bagdad. El ataque contra el periodista de 35 años de edad fue dirigido. Con éste, suman quince los periodistas de esta cadena que han perdido la vida desde la caída de Saddam Hussein. Reporteros sin Fronteras solicita la apertura de una investigación para que los autores directos e intelectuales del este asesinato sean arrestados y rindan cuentas ante la justicia. Sería deplorable que la impunidad permanezca en este caso, como ha ocurrido desgraciadamente en 99% de los 230 casos de profesionales de los medios de comunicación que han muerto desde el inicio de la intervención estadounidense en marzo de 2003.

Dos semanas después de la retirada de Irak de la última brigada de combate del ejército estadounidense, Reporteros sin Fronteras elabora un balance de los siete años de ocupación de las fuerzas de la coalición y sus consecuencias en materia de libertad de prensa. Este informe es un homenaje a todos los profesionales de los medios de comunicación que pagaron con su vida la exigencia de informar a pesar de los peligros que corrían.

Si bien la intervención de Estados Unidos puso fin al régimen de Saddam Hussein y permitió un desarrollo importante de los medios de comunicación iraquís, el balance humano de la guerra y de los años de violencia política y étnica que siguieron, es simplemente catastrófico. Una verdadera hecatombe.

A evolução da violência

La segunda guerra en Irak ha sido el conflicto más mortífero para los periodistas después de la Segunda Guerra Mundial. Reporteros sin Fronteras registró 230 casos de periodistas y colaboradores de los medios de comunicación que murieron en el país desde el inicio del conflicto, el 20 de marzo de 2003. Más que en veinte años de guerra en Vietnam o que en la guerra civil de Argelia.

En este informe titulado ‘Guerra en Irak, una hecatombe para la prensa. 2003-2010’, Reporteros sin Fronteras retoma el tema de los periodistas que murieron durante este conflicto por el simple hecho de haber ejercido su profesión. ¿Quiénes son? ¿Para qué medios de comunicación trabajaban? ¿En qué circunstancias encontraron la muerte? ¿Fueron el blanco de ataques deliberados? Es la tercera vez que Reporteros sin Fronteras realiza un estudio similar. El último fue publicado con ocasión del tercer ‘aniversario’ de la invasión estadounidense en Irak, el 20 de marzo de 2006.

Reporteros sin Fronteras aborda también el fenómeno de los secuestros de periodistas durante este conflicto. Con más de 93 profesionales de los medios de comunicación secuestrados, Irak fue durante varios años el mercado de rehenes más grande del mundo.

Sospechosos de colaborar con los grupos insurgentes, los periodistas iraquís fueron víctima de numerosos arrestos durante la guerra, ya sea por la nueva administración iraquí o por el ejército estadounidense. El número de periodistas arrestados por las fuerzas del ejército estadounidense entre marzo de 2003 y agosto de 2010 ascendió a más de una treintena, principalmente en 2008. A inicios del mes de enero de 2006 el centro de detención estadounidense de Camp Bucca (ubicado al sur de Irak, entre las ciudades de Bassorah y Oum Qasr) se convirtió en la prisión más grande de Medio Oriente para los periodistas.

Para conocer mejor las características de esta hecatombe, Reporteros sin Fronteras elaboró gráficos, especialmente con curvas que muestran la evolución de la violencia después de 2003.

Leer el informe.

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