Monday, 29 de April de 2024 ISSN 1519-7670 - Ano 24 - nº 1285

Comunicação e desenvolvimento, conceitos com nova validade

Luego de casi una década de latencia, se ha activado con renovados bríos el tema de la comunicación para el desarrollo. Inspirada desde muchas realidades culturales y diversas prácticas sociales y productivas, la comunicación para el desarrollo convocó a cientos de personas del mundo entero en la capital italiana en torno al primer Congreso Mundial de Comunicación para el Desarrollo

Entre el 25 y el 27 de noviembre, organizado por la FAO, el Banco Mundial y la Iniciativa de Comunicación, permitió la discusión a partir de múltiples concepciones y énfasis, dándole un carácter abierto y plural al encuentro, con gran riqueza desde el punto de vista del aprendizaje colectivo.

Pioneras y pioneros del tema coincidieron en reconocer la persistencia de las organizaciones, instituciones, radios, centros de comunicación, entre otros actores sociales, que día a día y en el transcurso de los años han bregado para que este tema ocupe su lugar en las agendas locales, nacionales e internacionales

En medio de un amplio espectro de experiencias concurrieron universidades cuyos programas de formación asumen la comunicación para el desarrollo como una especialización disciplinaria; procesos de incidencia social y política; campañas educativas e informativas; creación y desarrollo de medios comunitarios; esfuerzos de articulación mediante redes nacionales y regionales; así como estudios sobre aspectos de la comunicación que potencian o alimentan los procesos de desarrollo.

El Congreso también documentó las implicaciones y las dimensiones del trabajo a escala mundial, aun cuando no siempre se ha contado con una inversión decidida por parte de las instituciones que tienen a su cargo mayores recursos económicos; este es uno de los principales llamados de atención: la inversión debe corresponderse con las expectativas y exigencias que tienen estas entidades respecto a los cambios que se pretenden desde las estrategias de comunicación. En el documento final titulado ‘Consenso de Roma’ se refleja esta dimensión:

‘Expandir el nivel de inversión financiera a fin de asegurar un financiamiento adecuado y coordinado de los elementos clave de la comunicación para el desarrollo, tal como se delinea en los Requerimientos Estratégicos arriba mencionados. Esto incluye una (s) línea (s) presupuestal (es) para la comunicación para el desarrollo.’ [Congreso Mundial sobre Comunicación para el Desarrollo; Roma, Italia; octubre 27, 2006]

El Congreso mueve el interés de diversos actores en el plano internacional, por lo tanto, al hacer una lectura desde nuestra realidad regional, este momento se constituye en una oportunidad para dar a conocer las iniciativas en curso, surgidas desde las necesidades y posibilidades de los diferentes grupos sociales. Tales experiencias son la base de esta corriente de la comunicación, es esperable entonces que las recomendaciones emanadas del Congreso respalden estas iniciativas, su sostenibilidad social, política y económica, fortaleciendo con ello el ejercicio del derecho a la comunicación en nuestros países.

Conviene gestionar programas y proyectos de investigación que alimenten los procesos de las organizaciones. También son oportunas las acciones de incidencia para que la comunicación sea reconocida en las políticas y en la legislación de los Estados, especialmente las que abren puertas a la participación ciudadana, en tanto este es un principio de la comunicación para el desarrollo.

¿Una perspectiva común?

Hay muchas perspectivas de la comunicación y del desarrollo, es decir, no hay ‘una sóla noción de la comunicación’, ni ‘ un solo concepto de desarrollo’; de ahí la necesidad de acordar un marco de referencia que ilumine los principios y objetivos de la comunicación para el desarrollo, diferenciándola de los enfoques comerciales, propagandísticos, tecnocráticos u otros que no responden a las necesidades de las poblaciones vulnerabilizadas.

Esto se contempla en los ‘Requerimientos Estratégicos’ [ver ‘Comunicação para o desenvolvimento e a mudança (em espanhol)‘] que favorecen una mejor comprensión de la comunicación para el desarrollo: ‘el derecho y la posibilidad de las personas para participar en los procesos de toma de decisiones que afectan sus vidas’; ‘crear oportunidades para el intercambio de conocimientos y habilidades’; ‘ garantizar que todas las personas tengan acceso a instrumentos de comunicación, para que puedan comunicarse dentro de sus propias comunidades…’ estos son algunos elementos que dan cuerpo a un marco referencial necesario para definir las prioridades a impulsar.

El objetivo no consiste en uniformar la perspectiva de la comunicación, pero si fortalecer la comunicación para el desarrollo como una práctica y una disciplina que se orienta por principios de justicia y participación social.

Este sigue siendo un terreno difícil de transitar si se considera la visión de algunas instituciones internacionales, tal como lo expone Alfonso Gumucio, consultor internacional y director del Consorcio Comunicación para el Cambio Social: ‘el modelo de comunicación imperante en muchas agencias de cooperación y desarrollo, tanto multilaterales como bilaterales, está caracterizado por la verticalidad y el afán de figuración’ [Gumucio, Alfonso. Artículo: Congreso Mundial para el Desarrollo, El Desafío de Babel. Noviembre, 2006].

Esta realidad afecta a los proyectos que ejecutan directamente, y también a los que son co- ejecutados con organizaciones e instituciones nacionales y locales. Son muchos los recursos que se invierten en acciones masivas de información que no están articuladas con procesos ni con organizaciones sociales, cuyos resultados son mínimos. En este sentido Gumucio también analiza críticamente el enfoque de las agencias de cooperación:

‘La primera confusión es entre comunicación e información. Muchas agencias de desarrollo invierten en programas de información, pero no de comunicación; confunden la difusión a través de los medios masivos con los procesos de comunicación participativa que permiten a las comunidades apropiarse de la comunicación como un derecho, y de la misma manera apropiarse de los programas y proyectos como sujetos, y no como simple objetos del desarrollo.’

Las recomendaciones

El objetivo de incidencia en las instancias de decisión internacionales y nacionales siempre fue claro en la organización de este Congreso y así quedó reflejado en las recomendaciones sintetizadas en el documento final ‘El Consenso de Roma’, las cuales se dirigen a los ejecutores de políticas y los financistas.

Son 8 recomendaciones que indican la necesidad de incorporar decididamente la comunicación en las grandes líneas de gestión del desarrollo, como lo son las políticas, los programas, la legislación y los presupuestos. Se hace énfasis en la apertura de oportunidades para crear y fortalecer medios de comunicación libres y pluralistas.

También se refieren al fortalecimiento de las capacidades dentro de los países y de las organizaciones, mediante capacitación y programas académicos, así como aspectos metodológicos para la planeación, monitoreo y evaluación en los procesos de comunicación para el desarrollo.

Las últimas dos recomendaciones apuntan respectivamente a favorecer el trabajo en red y a sustentar las acciones en el enfoque de derechos:

‘Fortalecer las asociaciones y redes de trabajo en los niveles local, nacional e internacional a fin de realizar avances en la comunicación para el desarrollo y mejorar los resultados de la comunicación’.

‘Avanzar hacia un enfoque basado en los derechos de la comunicación para el desarrollo’.

Ambas recomendaciones coinciden con las prioridades que dan pie a la Plataforma de Comunicación para el Desarrollo en Centroamérica y México. Nuestra articulación regional nos permite proyectarnos en el ámbito internacional y nacional, y a la vez nos coloca en una posición adecuada para hacer valer las recomendaciones del Congreso… aprovechemos esta coyuntura.

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Diretora-executiva do Centro de Comunicación Voces Nuestras